Escucho y veo en internet que muchos apoyan la decisión
de MVS con el argumento que ellos, COMO EMPRESA, pueden hacer lo que quieran
con sus empleados y más aún si le faltan el respeto o quieren pasar por alto la
autoridad de la compañía. Estoy totalmente de acuerdo. Aunque con un pequeño
bemol en donde creo puede haber exceso de autoritarismo. Pero ese no es al caso
en esta columna ocasional.
Primer y
único error de Aristegui: Tienen razón. Carmen Aristegui no tenía porque mandar un
ultimátum a la empresa diciendo que
si no reinstalaban a sus compañeros periodistas, ella se iba. ¡Qué bueno que la
corrieron! Por andar de revoltosa y tratar de pasar por alto el nombre de la
empresa MVS.
Primer error
de MVS: despidieron a los periodistas Irving Huerta y Daniel
Lizárraga (que casualmente fueron los que descubrieron La Casa Blanca de Peña
Nieto) por vincular el nombre de la empresa de comunicación con una plataforma
digital de denuncia anónima ciudadana llamada Méxicoleaks. Me pregunto yo: ¿no
habría sido más fácil y más sensato sancionar a los mejores periodistas del
momento de manera interna, COMO CUALQUIER OTRA EMPRESA, y hacer un comunicado público en donde se deslindaban
de cualquier nexo con Méxicoleaks? Hablando se entiende la gente. MVS, COMO
EMPRESA, debió de haber sancionado a la gente que utilizó su nombre sin ninguna
autorización, pero sin hacer tanto revuelo. ¿En qué cabeza líder cabe despedir
a los periodistas (que casualmente fueron los que descubrieron La Casa Blanca de
Peña Nieto) que con un reportaje hicieron subir el rating del programa de radio
que como consecuencia lleva más dinero al negocio? Concuerdo que MVS puede
hacer lo que quiera, pero qué insensatos, qué imprudentes, qué poco
inteligentes. Si hubieran sido más discretos, se hubieran evitado tanto
alboroto que ha causado la noticia. Y no hubieran perdido ni dinero, ni
credibilidad. Además, no se hubieran echado a las espaladas a tanta gente a
disgusto con ellos. Carajo.
Segundo
error de MVS: Correr a Aristegui. Sensato y prudente hubiera sido que
después de que la periodista les diera el ultimátum,
COMO EMPRESA, también la hubieran sancionado a ella internamente y, tal vez,
obligado a dar disculpas públicas por querer pasar por encima y amenazar a las
autoridades de la organización. Pero no correrla. Nuevamente, qué insensatos,
qué imprudentes, qué poco inteligentes. Hablando se entiende la gente.
El actuar de los hermanos Vargas, dueños de MVS, nos hace
dudar a muchos sobre que detrás de los despidos de los periodistas (que casualmente
fueron los que descubrieron La Casa Blanca de Peña Nieto) puede haber intereses
políticos, gubernamentales y electorales. A propósito que son épocas de
elecciones. Si no, ¿por qué tanta urgencia en acabar con el noticiario más escuchado
del país en una semana? Qué tontos e irracionales resultaron los Vargas al no
saber solucionar los problemas de manera calmada y categórica. Ahora, existe un
clima de mucha tensión en MVS a raíz de la situación, según dicen los
empleados. Total, COMO EMPRESA, pueden hacer lo que quieran aún así les cueste
dinero y prestigio.
Sólo hay que aclarar que al tratarse de una empresa de
comunicación, sirve a la sociedad de manera informativa y cultural. No es como
cualquier otra que vende un producto a la gente. Por lo tanto, se debe de tener
aún más cuidado en el manejo del contenido y del mensaje que se transmite, ya
que, aunque se escuche inverosímil, la comunicación que se manda va
directamente a la inteligencia del receptor. Por eso es un caso especial.
Noticias MVS con Carmen Aristegui daba un espacio a la crítica y reflexión política
que cada vez falta más en medios de comunicación abiertos a cualquier persona.
Foto tomada de Internet
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